Buenos Aires, 17 de junio de 2021, horas 11:18 pm (GTM-3)
En un videomensaje a la anual Conferencia Internacional del Trabajo que se inicia este jueves en Ginebra, el papa Francisco lanzó un fuerte concepto: “la propiedad privada es un derecho secundario”, que depende “del derecho primario que es la destinación universal de los bienes”.
En las tierras de Jorge Bergoglio, un porteño convertido en Papa en 2013, las palabras de Francisco cayeron muy mal, ya que se emparentan cuando desde el presidente Alberto Fernández y dirigentes de Avellaneda en la provincia de Buenos Aires como Jorge Ferraresi, por estos días han puesto en dudas el derecho a la propiedad privada tutelada en la Constitución Nacional.
No es la primera vez en que el Pontífice incide así en la idea que ya expresó en diciembre al inaugurar la conferencia internacional virtual de los Comités Panamericano y Panafricano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana, cuando afirmó que el derecho a la propiedad es "un derecho natural" pero "secundario" derivado del derecho que tienen todos, "nacido del destino universal de los bienes creados", podríamos recordar.
El comportamiento del Papa Francisco en años anteriores recientes no dejan buenos recuerdos. Visitó a la Bolivia de Evo Morales quien le obsequió en público un crucifijo con la forma de la hoz y el martillo, símbolo del comunismo.
También recibió a Nicolás Maduro a quien le dió la bendición y no tuvo inconvenientes en que esas fotos sean distribuidas. Maduro y miembros del régimen de Venezuela fueron condenados por la alta comisionada de la ONU por sus violaciones a los DDHH, y la justicia de EEUU aún los requiere por narcotráfico.
Desde el Vaticano (uno de los Estados más capitalistas, con empresas y propiedades en todo el mundo), Francisco sigue dividiendo a la Iglesia Católica. Es un Papa que hizo y hace un daño político recurrente.
Nicolás Maduro en visita oficial, recibió la bendición de Francisco mientras desaparecía, torturaba o encarcelaba a los opositores
En el mensaje el Papa se dirigió en primer lugar al director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, donde también insistió en que la propiedad privada es “un derecho secundario” que depende de este derecho primario, que es “el destino universal de los bienes”.
El Pontífice volvió así sobre la idea que ya expresó el pasado mes de diciembre al inaugurar la conferencia internacional virtual de los Comités Panamericano y Panafricano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana.
Las palabras del Papa argentino se dan en sintonía con lo que expresan desde el gobierno chavista de su país
El 10 de junio pasado, el jefe de Estado argentino cuestionó la propiedad privada cuando en un acto en la ciudad bonaerense de Mercedes, cuando dijo que “no tiene sentido tener tierras improductivas cuando alguien está necesitando un terreno”.
También Alberto Fernández había dicho que “no tiene sentido guardarlo para que el día que se muera, un hijo lo herede. Tiene mucho más sentido volverla productiva hoy, y que en ese lugar alguien construya techo, donde van a crecer sus hijos y sus hijas”, en un acto junto al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof por la urbanización de lotes y créditos para construir en esos terrenos.
Todo esto se da cuando la Argentina se ha negado a condenar la actitud de Daniel Ortega en Nicaragüa en otra demostración de un acercamiento liderado por Cristina Fernández de Kirchner al eje del mal chavista, con epicentro en Cuba.
Las elecciones de medio término en que se renovará parte del Congreso bicameral en Argentina el 14 de noviembre - previo a las primarias (PASO) a realizarse el 12 de septiembre -, serán vitales para que el kirchnerismo no avance por sobre la justicia.
Desde el sector buscaron sancionar una Ley que le de “Superpoderes” al Poder Ejecutivo, lo que sería la llave al deseo del chavismo argento; pero por la voluntad de solo 5 diputados no pudieron lograrlo.
También son cruciales las elecciones para el gobierno de los Fernández - Kirchner quienes no han logrado una vacunación contra el coronavirus y llegarían a las elecciones con más de 100.000 muertos en una población de solo 44 millones de argentinos.
Los datos de la economía tampoco le sonríen al gobierno argentino y ya acumulan una inflación “sin maquillaje”, cercana al 50% y el FMI les sigue exigiendo un programa económico que el ministro Martín Guzmán aún no ha mostrado, y que en los términos que propone el gobierno sería rechazado.
Además y como si fuera poco, “su amigo Francisco” desde el Vaticano también pone en dudas la propiedad privada, haciendo que las faltas de inversiones se sigan multiplicando y las empresas privadas huyan generando más pobreza.
HER